El Real Madrid hizo los deberes ante un combativo Cádiz que aterrizó en la capital a cinco puntos de la permanencia y en busca de una gesta que se presentaba algo más asequible por la situación de su oponente, que afrontaba el encuentro con un ojo puesto en las semifinales de la Champions frente al Bayern de Múnich. Y en este contexto, Carlo Ancelotti revolucionó la alineación y dio la oportunidad a futbolistas como Arda Güler o Dani Ceballos.
Más allá de estos jugadores con un rol secundario en la plantilla, el gran nombre propio fue Thibaut Courtois, de vuelta al once en su primera intervención de la temporada. Apenas tuvo trabajo el belga, aunque los visitantes amenazaron por partida doble antes del descanso: Chris Ramos definió sin acierto después de una gran jugada de Joseba Zaldua y Rubén Sobrino se topó con Nacho Fernández cuando ya se preparaba para culminar un contraataque letal.
Al Madrid le faltaba sal
Los de la Tacita de Plata se olvidaron pronto del balón, algo que no sorprendió a nadie, e intentaron cerrar todos los huecos posibles gracias a la acumulación de jugadores por el carril central. Dado el escenario, Fran García aceleró por la banda izquierda y puso un muy buen centro que estuvo cerca de traducirse en el gol de Joselu Mato. Luego, Éder Militao, que sigue sumando minutos tras su grave lesión, probó fortuna mediante un potente disparo.
Brahim Díaz fue creciendo poco a poco, aunque siempre tenía a uno o varios rivales encima. Los de Mauricio Pellegrino, ahogados por momentos, estaban relativamente cómodos pese a vivir de forma casi sempiterna a escasos metros de su área. Y es que sólo una mala salida de Jeremías Ledesma, capaz de lo mejor y también de lo peor, animó a los seguidores locales, aunque Ceballos golpeó mal y no pudo darle la suficiente potencia.
Esencia malagueña
Tras el paso por vestuarios, el Real salió dispuesto a subir el ritmo. Pero como si de un castillo de naipes se tratase, todo pudo derrumbarse a raíz de un grosero error de Militao, lo que dio pie a que Chris se plantara solo en la portería de Courtois. Estaba en una situación ideal para anotar el 0-1 y Thibaut, como en los viejos tiempos, se hizo gigante. Unos segundos después, Brahim se inventó un espectacular disparo a la escuadra y adelantó a los suyos. Esto es el Madrid, que diría aquel.
Por si aquello no era suficiente castigo, Ancelotti decidió introducir a Bellingham y, luego, a Vinicius. El inglés reforzó su candidatura al pichichi recién ingresado en el campo: sólo tuvo que poner el interior para culminar una jugada magistral en la cual Modric y Díaz se combinaron de nuevo. A partir de entonces, ya con los deberes hechos, sólo faltaba la ginda. Y Nacho irrumpió de forma inesperada como un correcaminos y se la regaló a Joselu, que hizo el 0-3 en el descuento.
Jugador Flashscore del partido: Brahim Díaz.
Las estadísticas del choque están disponibles en Flashscore.