Se ha avanzado en un protocolo de coordinación entre la UCO (Unidad de Control Organizativo) y el equipo arbitral, tanto para incidentes acaecidos en el terreno de juego como los sucedidos en las gradas, o incluso en el exterior de los estadios cuando suponga una afectación al interior del recinto.

El objetivo es mantener un entorno seguro para los aficionados y jugadores, y poder dar una respuesta rápida y eficaz por parte de los distintos profesionales presentes: Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, sanitarios, personal de seguridad privada, etc.

Además, se ha analizado el protocolo ya existente contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el fútbol, que se venía siguiendo inspirado en el protocolo de FIFA, para remarcar las líneas a seguir de ahora en adelante ante hechos de esta naturaleza y en cómo debe aplicarse y comunicarse cada paso: detención del partido, suspensión temporal y suspensión definitiva.

Las instituciones involucradas están elaborando un documento definitivo con los procedimientos a seguir para cada caso que comunicarán a la mayor brevedad posible.