"Lo más normal hubiera sido que aceptara la invitación. Ya me ha pasado dos veces, pero no llegó en el momento adecuado", comenzó José Mourinho.

"En esta última invitación, dejé que la emoción se impusiera a la razón y decidí quedarme en la Roma. Fue un error. Portugal tiene uno de los mejores equipos del mundo en este momento, es un equipo increíble, lo sé, pero sentí una gran conexión con la Roma y con los aficionados, y por eso lo rechacé", explicó.

En la misma entrevista, el seleccionador garantizó que si llega una tercera oportunidad para entrenar a Portugal, la aceptará.

"Si llega esa tercera oportunidad, la aceptaré y espero que la próxima generación de jugadores de la selección portuguesa sea tan buena como ésta", confirmó.

Sin equipo desde que dejó el Roma, José Mourinho destacó su trayectoria en el club italiano, cuyo punto culminante fue la conquista de la Conference League.

"Las dos finales europeas fueron las más duras de mi carrera. También la final de la Europa League con el Manchester United fue muy complicada. Eran dos equipos que, cuando llegué, estaban en una situación muy complicada", dijo.

"Algunos entrenadores son más listos que yo y eligen los retos ideales, las mejores condiciones para triunfar. Se protegen a sí mismos. A mí me gustan los retos, aunque se conviertan en injustos para mí, porque no pueden esperar que gane títulos cuando mi equipo no es el más fuerte", concluyó.