Fue Nadal quien comenzó más entonado, ganando sus dos primeros servicios y rompiendo el del belga para ponerse 3-1 y saque. Las cosas pintaban bien, pero el manacorí no estaba metiendo con comodidad sus saques y con tres errores no forzados, producto de su propia inseguridad, no consolidó el juego y concedió el break para que luego llegase el 3-3.
Por ahí olió sangre Zizou Bergs y aunque Nadal retuvo su siguiente juego, su oponente había encontrado la fórmula para ponerle en aprietos. Con su saque a más de 200 kilómetros por hora y con subir a la red cada vez que podía, le hizo mucho daño. Tanto que Rafa, muy presionado, incluso cometió dos dobles faltas y más errores impropios para ceder otra ruptura y que Bergs se apuntase la primera manga sacando por 4-6.
Golpe de calor y reacción
El mayor susto que se llevó Nadal no fue, sin embargo, ceder ese set sino el golpe de calor que le dio a un espectador y que hizo que el encuentro se parase casi un cuarto de hora. Por fortuna, la salud del aficionado mejoró tras ser atendido, y se reanudó la lucha en la pista.
Ese descanso obligado y una charla con Carlos Moyà le sentaron bien al mallorquín, que dio un cambio brutal para ponerse con 3-0. Con mantener su saque le dio para ganar ese segundo set. Algo que le costó, siempre llegando al deuce, e incluso teniendo que salvar una pelota de ruptura en el último juego con el que igualó el partido por 6-3.
El mejor Nadal
Después de las tres horas que jugó para vencer a Cachín en Madrid, no hay dudas de que el físico aún le aguanta al rey de la tierra batida para un partido largo. Y a eso se agarró para meter más presión y comenzar a soltar el brazo como solía. Si bien Bergs mantuvo su saque, Nadal volvió a ponerse por delante con otro break en los inicios del tercer set, colocándose 3-1 y con las mejores sensaciones del día. Era su mejor momento y tenía que aprovecharlo. Tuvo una bola de ruptura para 4-1 y saque, mas falló y luego se encontró con un 0-40. Peligro evidente de caer en el abismo... salvo que seas el gran Rafa. Levantó las tres bolas en contra y se puso 4-2. Desde ahí, aunque no fue rodado, hizo lo necesario para ganar 6-4 y pasar a la segunda ronda en Roma.